La motivación de trabajar esta temática nace desde nuestras experiencias y la de la mayoría de las mujeres en este sistema patriarcal. Mujeres que sufrimos la violencia de género no sólo en el ámbito profesional, sino también en nuestras casas, con nuestros amantes /maridos/mujeres, en las calles, en las leyes, en los medios de comunicación, en las redes sociales, en el transporte público, en la historia, en el día a día; entiéndase a cualquier hora y en cualquier lugar. Queremos transmitir nuestra perspectiva, con la finalidad de producir una pieza sólida, de calidad y con un mensaje reflexivo que remueva conciencias a toda la comunidad.
La iniciativa de dirección la toma Csilla Halász, quien combina el lenguaje de la danza contemporánea y del teatro físico. La pieza profundiza en algunas de nuestras vivencias, personas socializadas como mujeres en un sistema ideado y liderado por el régimen patriarcal. En éste las mujeres vivimos constantemente todo tipo de violencias contra las que debemos defendernos y luchar, de forma individual, pero también juntas, unidas.
Queremos manifestar, como mujeres que somos, que actualmente nos seguimos sintiendo estigmatizadas constantemente. La frustración que sentimos como mujeres cuando una vez más nos enfrentamos a una situación denigrante, cuando no actuamos de acuerdo a los principios que nos impone el sistema patriarcal, la limitación de no poder seguir nuestros instintos y deseos cuando éstos están lejos de los roles prestablecidos que se esperan de nosotras, es decir, agresiones que aún seguimos vivenciando a día de hoy de manera violenta, discriminatoria e injusta.
“Mujer de mala fama que es juzgada por la sociedad
por actuar como no se espera de ella.”
Nőszemély, busca reconocer y compartir la historia individual de cada una de nosotras, para crear un hilo conductor que nos lleve a apoyarnos como colectivo, como grupo, como manada. Mujeres, que somos individuos pero que también somos amor y sororidad por nuestras hermanas, vengan de dónde vengan, de la étnia que sean, del color de piel que tengan, de la clase social que provengan, de la religión que sientan… y esto significa que nos apoyamos y creamos unión entre nosotras, fuerza y nos empoderamos. Dentro de la pieza se trabaja la frustración de la estigmatización, el miedo a estar sola, de ser juzgada sexualmente, por tu manera de vestir o de relacionarte. Nos encontramos en el siglo XXI, y existen mandatos gubernamentales, sociales y religiosos donde no se habla sobre las situaciones de violencia, exclusión y desigualdad hacia la mujer e incluso muchas veces se normalizan situaciones abusivas hacia ellas.
“El nombre de la pieza, Nőszemély, está inspirado en una expresión de origen húngaro para referirse a una mujer de mala fama, lo que aquí se traduce literalmente a señoritas que fuman. Además, hace referencia a un periódico feminista de los años 90 en Hungría.”